viernes, 22 de enero de 2016

RADIOTERAPIA

SEMANA 2 - Actitud


Esta semana he descubierto qué me tenia triste, he estado lejos de mi chiquita, tuvimos que hacer una serie de cambios para poder venir todos los días a terapia y que ella no pierda su rutina escolar, esto me mantendrá lejos de ella entre semana por 2 meses. Es la primera vez desde que comenzó en su colegio que no voy a ser yo quien la peine y le haga el desayuno, eso me causaba nostalgia, pero fue ella misma quien me dio animo el fin de semana cuando me dijo que estaba alegre porque sabia que esta era la última etapa para después poder estar "siempre" con ella de nuevo, sé que con ese siempre ella se refiere a los días escolares, pero para mi significo la vida entera y me hizo caer en cuenta que no hay razón para estar triste porque vamos terminando las etapas y cerrando círculos más que necesarios.

Todos los días a la misma hora debo estar en la clínica, al llegar debo notificarme en la taquilla de la entrada con la secretaria para que me anuncien con el radiólogo y me coloquen en lista para poder respetar el horario acordado, no soy la única, así que todos los días veo las mismas caras, hay 4 personas que hemos comenzado la misma semana, otros ya se conocen así que se saludan y abrazan al llegar, se preguntan como les fue y se dan consejos de las cosas que los han ayudado a aliviar el ardor, los que apenas llegamos oímos atentos esos consejos.

Si hubo algo que mamá no pudo controlar desde que era niña es lo extrovertida que soy, pero es algo que me ha ayudado a la hora de romper el hielo cuando el temor pretende paralizarme, ha sido siempre un arma de defensa para mi, así que sin que me inviten me meto en las conversaciones para tratar de averiguar de primera mano las cosas que me sucederán, los síntomas que tendré pues aún no presento ninguno, las personas no esconden las respuestas y son amables en ir mas allá y explicar donde esta su tumor, cuántas sesiones les mandaron a ellos y que cremas han usado. Personas admirables que están luchando con tumores en el estomago, en la traquea, en el útero y cerebro, están luchando contra una enfermedad que no ve edad, ni sexo, ni religión, luchando contra una enfermedad que no respeta. Las sillas no se dan abasto, son pocas las personas que vienen solas, siempre hay un familiar con ellos aunque en la primera cita nos han aclarado que no es necesario. A decir verdad ellos también luchan, luchan contra el miedo a perder a su familiar, quieren formar parte activa de la sanación de los suyos aunque a veces la compañía sea lo único que puedan dar es por mucho, la mejor medicina que se puede recibir.


"Natalia Borges" Se oye en el alta voz, nuevamente mi turno, debo pasar a un cuartito a quitarme la ropa y colocarme una bata antes de bajar al búnker, allí debo esperar unos minutos para que busquen digitalmente mi historia y mi tratamiento, que aquí se resume en una sola hoja, en una sola pantalla entra todo este difícil año que me ha tocado vivir, son solo unos cuantos minutos para respirar y concentrarse en que la meta es sanar, aguantar y sanar. Me he enterado que el técnico se llama Manuel y la enfermera que lo acompaña en turno Nathali. He estado investigando algunas cosas de la radioterapia para poder colocarlas en el blog pero hoy se me ocurrido que nadie mejor que ellos para que me las expliquen, así tal vez puedan hacerlo en un lenguaje mas sencillo que Internet para poder entenderlo y digerirlo; he decidido hacerle una pregunta por vez, en las 3 veces que entra el técnico a cambiarme de posición .

- Manuel ¿te puedo preguntar algo? 
- Claro, mientras te muevo, pregunta
- ¿Por qué no puedo poderme crema ni desodorante para venir?
- Porque actúa como aceite en tu piel y la radioterapia sería como el fuego, si te lo colocas a medida que pasen las sesiones se te puede "freír" la zona. 

Segunda vez que entra a la sala
- Otra cosa Manuel  ¿Por qué nos marcan?  ¿Es solo allí donde van a aplicar el tratamiento?
- No, la radioterapia comienza unos dos o tres dedos por debajo de tu herida hasta tu cuello y también en la parte alta de tu espalda (por los ganglios), toda esa zona se te va a poner primero roja y después negra, pero eso se quita con el tiempo, te marcamos para poder saber en que posición debemos colocar la maquina en tu cuerpo.

Tercera vez que entra a la sala  
- Aja Manuel y ¿Por qué si los ganglios del cuello salieron negativos hay que radiar allí?
- Porque la maquina de resonancia puede evaluar células de hasta 1mm pero hay miles y miles mas pequeñas que esa, y ya tienes 4 meses sin quimioterapia, necesitamos protegerte de cualquier célula extraña que haya escapado a ella.

Que amable es este radiólogo al incluirse en mi lucha, verá mínimo a 30 pacientes al día y el que se haya tomado cada día de la semana unos minutos para responder mis inquietudes me dio seguridad, ya no me monto en la maquina con miedo, ahora trato de averiguar qué otro temor puedo derrumbar al informarme, al final creo que lo que nos da miedo es el desconocimiento y la única forma de salir de él es dejando de aferrarnos a lo que conocemos, hacer un esfuerzo consciente por soltarnos y  conocer lo desconocido  y cooperar con lo que no podemos cambiar, cada día que pasa me convenzo mas que la actitud con la enfrentamos esta situación tendrá mucho que ver con el resultado. Y así termina otra semana más, entendiendo que estoy haciendo todo lo que esta en mis manos por sanar.



"El secreto está en perderse en la acción, para no marchitarse en la desesperación" Alfred Tennyson, 1809 - 1892  Poeta y dramaturgo Ingles / Ilustre de la literatura universal

 


sábado, 2 de enero de 2016

RADIOTERAPIA
SEMANA 1 - AGOBIO


Esta semana he estado triste, no estoy muy segura de por qué pero creo que el tratar de descifrar esto me ha puesto así. No me gustan las radioterapias, sé que es parte del camino a la sanación total pero no me gustan, extraño el calor humano que aun a través de los guantes sentía en la quimioterapias, allí había una sala llena de gente, contando sus historias, sus victorias y su fe en el resultado, aquí no.

A la semana de haber hecho la tomografía de simulación he ido a la primera sesión, han hecho unas marcas que indicarán donde exactamente deben estar alineados los rayos rojos de la maquina para recordar la mejor posición por la que debe pasar el tratamiento, después que el técnico te ayuda a acomodarte sale de una especie de búnker que cierra con una puerta gigante como de hierro, él estará en una sala aparte vigilando por unas camaras los movimientos del aparato; he puesto el cronometro por eso sé que son largos 12 minutos, solo esta máquina con sus ruidos, sus rayos rojos y yo, eso no me gusta, hace todo esto mas real, esos 12 minutos de realidad a solas me permiten pensar y hacen que de una manera atrevida, crea que puedo descifrar esto.



Hoy salí por primera vez desde que inicie este camino preguntándome ¿Cuándo paso esto? ¿Cuándo fue que mi cuerpo decidió no luchar contra UNA sola célula mala y termine aquí, acostada bajo esta máquina con una mano arriba, sin un seno y con miedo al futuro?, a ese futuro que desde niña amé porque significaba oportunidad, soñar, vivir. Tratar de descifrar esto me hace entender menos cada vez. Todos están contentos de que ya  esté en esta etapa pero a mi esta etapa me da más miedo que el comienzo del tratamiento,  esta fase aparte de todo lo impersonal que ya mencioné que es, significa el fin del tratamiento y de lo que me protege contra esto, después quedo sin terapia alternativa.
Una vez leí un libro que marcaba la diferencia entre aceptar las inevitables tormentas de la vida o resistirlas pero, salir descalabrado. El autor comparaba esto con los olmos y abetos, hablaba de cómo vio en su niñez a muchos olmos quebrarse por el peso, al tratar de resistir la dura carga de hielo en invierno, parecían árboles indestructibles con su corteza gruesa y sus 20 metros de altura que despues de tanto permanecer erguidos y resistir y resistir cada vez mas y mas peso terminaron cayendo; y estaban los abetos, los débiles pinos, estos árboles aprendieron a inclinarse, a ceder ante el peso, cooperan con lo inevitable y se doblan, al pasar la época de pesado hielo ellos siguen en pie, así… sin luchar, solo se adaptan y esperan. ¿Sera eso lo que debo hacer? ¿Solo cooperar sin negarme  a "doblarme  como un sauce" y dejar de insistir en "resistir como un olmo"?.




Y es que no hay manera de explicar a quien no ha pasado por esto la sutil diferencia entre tener miedo a vivir tanto como tener miedo de morir, a no saber hasta que grado vivir intensamente es morir lentamente, es difícil medir las cosas que valen la pena sacrificar ahora, es complicado medir hasta donde "es sano" el peligro de vivir al extremo, hasta es difícil explicar los sentimientos. Contrario a lo que se podría pensar, este Blog no lo escribo para alardear de lo fuerte que soy, para pretender hacerme ver indestructible e inquebrantable, sino para desnudar sentimientos de los que no me atrevo a hablar, para exponer los mas oscuros miedos que se sienten durante y ahora despues del tratamiento, sé que muchos pasaran y solo leerán sin entender el trasfondo de lo que se quiere decir pero escribo para muchos otros que dicen "esta bien sentirse así", porque es un descubrir y aceptar que habrán días difíciles, días tristes, días en los que flaquearás y que
Artwork y Copyright  Charles Schulz©
necesitas ayudas, que necesitas un abrazo, que tienes
miedo, que necesitas una mano para volver a levantarte, y ESTA BIEN, esta bien sentirse así porque es una realidad que la vida puede escurrirse de las manos, lo mas importante es no quedarse en el dolor, es vivirlo, sentirlo, flaquear y despues levantar cabeza y agarrar ese dolor como escalón para que duela menos la próxima vez.



"Extendí los brazos en busca de algo a que apegarme, a que aferrarme y no encontré nada. Pero, al hacerlo, descubrí, algo que no había buscado: a mí mismo" Henry Miller, 1891 - 1980 Novelista Estadounidense