RADIOTERAPIA
SEMANA 2 - Actitud
Todos los días a la misma hora debo estar en la clínica, al llegar debo notificarme en la taquilla de la entrada con la secretaria para que me anuncien con el radiólogo y me coloquen en lista para poder respetar el horario acordado, no soy la única, así que todos los días veo las mismas caras, hay 4 personas que hemos comenzado la misma semana, otros ya se conocen así que se saludan y abrazan al llegar, se preguntan como les fue y se dan consejos de las cosas que los han ayudado a aliviar el ardor, los que apenas llegamos oímos atentos esos consejos.
Si hubo algo que mamá no pudo controlar desde que era niña es lo extrovertida que soy, pero es algo que me ha ayudado a la hora de romper el hielo cuando el temor pretende paralizarme, ha sido siempre un arma de defensa para mi, así que sin que me inviten me meto en las conversaciones para tratar de averiguar de primera mano las cosas que me sucederán, los síntomas que tendré pues aún no presento ninguno, las personas no esconden las respuestas y son amables en ir mas allá y explicar donde esta su tumor, cuántas sesiones les mandaron a ellos y que cremas han usado. Personas admirables que están luchando con tumores en el estomago, en la traquea, en el útero y cerebro, están luchando contra una enfermedad que no ve edad, ni sexo, ni religión, luchando contra una enfermedad que no respeta. Las sillas no se dan abasto, son pocas las personas que vienen solas, siempre hay un familiar con ellos aunque en la primera cita nos han aclarado que no es necesario. A decir verdad ellos también luchan, luchan contra el miedo a perder a su familiar, quieren formar parte activa de la sanación de los suyos aunque a veces la compañía sea lo único que puedan dar es por mucho, la mejor medicina que se puede recibir.
"Natalia Borges" Se oye en el alta voz, nuevamente mi turno, debo pasar a un cuartito a quitarme la ropa y colocarme una bata antes de bajar al búnker, allí debo esperar unos minutos para que busquen digitalmente mi historia y mi tratamiento, que aquí se resume en una sola hoja, en una sola pantalla entra todo este difícil año que me ha tocado vivir, son solo unos cuantos minutos para respirar y concentrarse en que la meta es sanar, aguantar y sanar. Me he enterado que el técnico se llama Manuel y la enfermera que lo acompaña en turno Nathali. He estado investigando algunas cosas de la radioterapia para poder colocarlas en el blog pero hoy se me ocurrido que nadie mejor que ellos para que me las expliquen, así tal vez puedan hacerlo en un lenguaje mas sencillo que Internet para poder entenderlo y digerirlo; he decidido hacerle una pregunta por vez, en las 3 veces que entra el técnico a cambiarme de posición .
- Manuel ¿te puedo preguntar algo?
- Claro, mientras te muevo, pregunta
- ¿Por qué no puedo poderme crema ni desodorante para venir?
- Porque actúa como aceite en tu piel y la radioterapia sería como el fuego, si te lo colocas a medida que pasen las sesiones se te puede "freír" la zona.
Segunda vez que entra a la sala
- No, la radioterapia comienza unos dos o tres dedos por debajo de tu herida hasta tu cuello y también en la parte alta de tu espalda (por los ganglios), toda esa zona se te va a poner primero roja y después negra, pero eso se quita con el tiempo, te marcamos para poder saber en que posición debemos colocar la maquina en tu cuerpo.
Tercera vez que entra a la sala
- Aja Manuel y ¿Por qué si los ganglios del cuello salieron negativos hay que radiar allí?
- Porque la maquina de resonancia puede evaluar células de hasta 1mm pero hay miles y miles mas pequeñas que esa, y ya tienes 4 meses sin quimioterapia, necesitamos protegerte de cualquier célula extraña que haya escapado a ella.
Que amable es este radiólogo al incluirse en mi lucha, verá mínimo a 30 pacientes al día y el que se haya tomado cada día de la semana unos minutos para responder mis inquietudes me dio seguridad, ya no me monto en la maquina con miedo, ahora trato de averiguar qué otro temor puedo derrumbar al informarme, al final creo que lo que nos da miedo es el desconocimiento y la única forma de salir de él es dejando de aferrarnos a lo que conocemos, hacer un esfuerzo consciente por soltarnos y conocer lo desconocido y cooperar con lo que no podemos cambiar, cada día que pasa me convenzo mas que la actitud con la enfrentamos esta situación tendrá mucho que ver con el resultado. Y así termina otra semana más, entendiendo que estoy haciendo todo lo que esta en mis manos por sanar.