viernes, 12 de junio de 2015

QUIMIOS
SÉPTIMA 12/MAY/2015


En el río con primos y hermanos:
soy la primera de izquierda a derecha
Cuando era pequeña, no era para nada tranquila -aún no lo soy, pero concentrémonos en aquella época- era realmente temeraria. Creo que el haberme criado en el llano venezolano rodeada de varones me hizo así: montaba caballo, bicicleta, moto, volaba papagayo, bailaba trompo, jugaba metras, etc 


En piernas de la abuela
Tuve caídas realmente fuertes: de la bicicleta por lo menos recuerdo unas 10 bastante aparatosas, en otra me caí de un árbol de mango y me fracturé una muñeca. De esa vez recuerdo que mamá estaba en Caracas cuando eso pasó y esperé 2 días con la muñeca fracturada hasta su regreso y poder decirle lo qué pasó, obviamente fuimos al médico: ¡yeso!; en otra ocasión estaba jugando baloncesto y me corté en una mano al caer sobre un vidrio: ¡8 puntos de sutura!... y así tantas cosas más. Soy resistente a la anestesia y los analgésicos así que hay heridas en las que me han agarrado varios puntos sin ella. Cuento todo esto para enfatizar que: (1) Sé de dolores físicos, y de lo que hay que pasar para corregirlos, (2) No suelo quejarme por dolor, mi umbral es alto.

Pero esta quimioterapia me ha superado en el tema del dolor. En principio todo fue como de costumbre, fui a mi control oncológico, los  exámenes estuvieron bien así que autorizaron y colocaron la quimioterapia según lo planeado. Eso sí, me cambiaron el antialérgico por uno mucho más potente para evitar lo que sucedió en la sesión anterior.  Y al quinto día comenzaron a doler mucho los riñones y aunque no era para nada tolerable, decidí aguantar un poco más para ver si el nuevo analgésico hacía efecto.


Pero ¡POR DIOS! los dolores de la segunda semana eran como punzadas salvajes de aguja en cada parte de mi cuerpo, huesos, cabeza... llegó un momento en el que a pesar de mi fuerza física e interior, no pude más. Llamamos al Doctor otra vez y -según lo que le contamos- ese dolor no se debía a la quimioterapia: nos explicó que deberían ser puntuales y -por ser generalizados para todo el cuerpo- le parecía que se trataba de una especie de virus. Así que nos ordenó sustituir el esquema de analgésicos orales por Profenid® (nombre genérico: Ketoprofeno) por vía intravenosa cada 8 horas combinado con Atamel® (nombre genérico: Acetaminofén) cada 6 horas... por la cantidad de días que fuese necesario.

En toda esa semana y por primera vez desde que comenzó todo esto, no pude salir de la cama. Hablaré de lo difícil, pero también de lo positivo de esta situación:


  • Soportar los dolores: y es peor soportarlos tratando de que los demás no se den cuenta de lo agudos que son, para que no se preocupen... la verdad no sé por qué siempre hago eso. Así que de vez en vez, es mejor ser sincero y pedir que te dejen a solas o bien dejar que todo fluya: llorar si hay que llorar, quejarse si hay que quejarse.
  • Depender 100% de otros es horrible: Tener que esperar por alguien para cosas tan básicas como salir de la cama, tomar un baño, comer. Es mentira que mantienes tus pensamientos centrados y con calma aceptas que eso es por la enfermedad. Te desesperas al intentar una y otra vez que tu cuerpo reaccione a lo que ordenas en tu mente y por igual no obtienes respuesta. Así que de nada vale estancarse en eso, hay que dejarse ayudar y -hasta donde se pueda- tratar de disfrutarlo. Yo opto como siempre por llevarlo con buen humor, con optimismo. Eso a veces -pero solo a veces- logra acallar susurros de tus propios pensamientos que te hacen creer que vas peor.
  • Pensar: Estar en cama te limita las distracciones. Ya a la mitad del primer día no te tienes nada que hacer más que pensar. Y no hay nada más peligroso para mí que tanto tiempo dedicado a eso: luchar con tus propios pensamientos ya de por si te hace creer que es cosa de locos, pero al final creo que no es así: es una lucha constante, válida, obligatoria. Porque de otra forma te dejarías llevar por la realidad que siente tu cuerpo y de allí todo comienza a derrumbarse. 


Dos cosas positivas:


  • ¡Los amigos! Esta quimioterapia me ha vuelto a demostrar la solidaridad que se mueve a mi alrededor y me hace preguntarme si para todos los pacientes será igual, si tendrán gente tan maravillosa a su lado. En cuanto se corrió la voz de que tenia un tratamiento intravenoso, de todos lados comenzaron a llegar sueros, cateteres, medicinas y muchas cosas más que lamentablemente no se consiguen con facilidad en Venezuela, así como todo lo necesario para que este mal momento pasara. Ni hablar de la cantidad de visitas de apoyo, de sincera ayuda. ¡Como no cambiar pensamientos pesimistas rodeada de gente así!
  • ¡Dios! ¡Descansar en Dios!  Hablar con Él, dejarle saber como se siento, estar segura que el me oye y que el me sostiene me hace sentir que la carga es mas ligera, aunque regularmente leo la Biblia y encuentro algunas joyas valiosas -palabras que parece que fueron escritas para mi- hay dos pasajes que me han acompañado en este proceso que me gustaría compartir:



Copyright© 2015 Watch Tower Bible and
Tract Society of Pennsylvania
Isaías 41:10 "No tengas miedo, porque estoy contigo. No mires por todos lados, porque soy tu Dios. Yo ciertamente te fortificaré. Yo cierta y verdaderamente te ayudaré. Sí, yo verdaderamente te mantendré firmemente asido con mi diestra de justicia." 


Copyright© 2015 Watch Tower Bible and 
Tract Society of Pennsylvania
Jeremías 15:20, 21  "Y yo he hecho que seas para este pueblo un muro fortificado de cobre; y ciertamente pelearán contra ti, pero no prevalecerán contra ti. Porque yo estoy contigo, para salvarte y para librarte es la expresión de Jehová. Y ciertamente te libraré de la mano de los malos, y ciertamente te redimiré de la palma de los tiránicos."

Tal cual como lo dijo el médico ya al cuarto día los dolores comenzaron a ceder y no hubo necesidad de mas suero intravenoso. Aunque los dolores no me abandonaron del todo, eran un poco más tolerables por lo que por igual no me resultó tan fácil llegar a la "tan esperada" octava quimioterapia: la final para este esquema que empezó aquel 30/Diciembre/2014. No es cosa fácil para mi admitir que esto me supera, no es cosa fácil para mi sentarme a llorar por esta situación, ni lo es decir que a veces siento que no puedo más con todo el peso físico y emocional, no es cosa fácil mantener la buena actitud. Estas líneas me hacen recordar uno de mis poemas favoritos, se llama "SI" y  lo escribió Rudyard Kipling -escritor y poeta británico nacido en la India-:


SI
Puedes conservar tu cabeza, cuando a tu rededor
todos la pierden y te cubren de reproches;
Si puedes tener fe en ti mismo, cuando duden de ti
los demás hombres y ser igualmente indulgente para su duda;
Si puedes esperar, y no sentirte cansado con la espera;
Si puedes, siendo blanco de falsedades, no caer en la mentira,
Y si eres odiado, no devolver el odio; sin que te creas,
por eso, ni demasiado bueno, ni demasiado cuerdo;

SI
Puedes soñar sin que los sueños, imperiosamente te dominen;
Si puedes pensar, sin que los pensamientos sean tu objeto único;
Si puedes encararte con el triunfo y el desastre, y tratar
de la misma manera a esos dos impostores;
Si puedes aguantar que a la verdad por ti expuesta
la veas retorcida por los pícaros,
para convertirla en lazo de los tontos,
O contemplar que las cosas a que diste tu vida se han deshecho,
y agacharte y construirlas de nuevo,
aunque sea con gastados instrumentos!

SI
Eres capaz de juntar, en un solo haz, todos tus triunfos
y arriesgarlos, a cara o cruz, en una sola vuelta
Y si perdieras, empezar otra vez como cuando empezaste
Y nunca mas exhalar una palabra sobre la perdida sufrida!
Si puedes obligar a tu corazón, a tus fibras y a tus nervios,
a que te obedezcan aun después de haber desfallecido
Y que así se mantengan, hasta que en ti no haya otra cosa
que la voluntad gritando: ¡persistid, es la orden!

SI
Puedes hablar con multitudes y conservar tu virtud,
o alternar con reyes y no perder tus comunes rasgos;
Si nadie, ni enemigos, ni amantes amigos,
pueden causarte daño;
Si todos los hombres pueden contar contigo,
pero ninguno demasiado;
Si eres capaz de llenar el inexorable minuto,
con el valor de los sesenta segundos de la distancia final;

Tuya será la tierra y cuanto ella contenga
Y -lo que vale más- serás un hombre! hijo mío!





“Si no puedes volar, corre, si no puedes correr, camina, si no puedes caminar, gatea. Sin importar lo que hagas sigue avanzado hacia adelante.” Martin Luther King Jr., 1929-1968, Activista por los derechos civiles para los afroamericanos. Premio Nobel de la Paz.

 




4 comentarios:

Anónimo dijo...

Te amo y cada día te admiro mas mi Naty....Siempre contigo!!! Siempre!!! Adelante mi campeona... lo estás haciendo excelente y nos estás enseñando a todos!!! Gracias princesa... Sonjis :)

Natalia Borges dijo...

Bella mi Sonjis !! Gracias por el apoyo y las porras constantes que es lo que a la final suma y coloca de otro lado la balanza cuando sientes que todo es gris... y llega de nuevo gente como tu que te hace ver que esas semillas que sembraste en el camino no se han perdido y que lo estas haciendo bien, porque por doquier hay gente que te quiere. Un Abrazozozote

Unknown dijo...

De verdad Natalia, eres una mujer fuerte, y ya de por si eres campeona. Gracias a Dios ya debes estar por terminar tu ultima quimioterapia, y eso ya es ganancia. Este articulo que escribiste me hizo ver que eres una persona fuerte antes los dolores a pesar de las circunstancias, y me hizo acordarme de mi bebe, que el año pasado con tres añitos se fracturo el brazito, y le colocaron su primer yeso. Sigue adelante. Y te reintero todo mi apoyo y admiración.

Unknown dijo...

Hola Joha !
Si ! Ya viene la 8va por allí ! Vamos venciendo !
Un abrazo para ti y tu bebé !!