viernes, 19 de junio de 2015

QUIMIOS
OCTAVA 02/JUN/2015


La tan esperada octava quimioterapia. El 22/Diciembre/2014 cuando el médico me explicó que las quimioterapias serían cada 21 días por 8 sesiones, me preguntaba ¿Cómo se aguantan 6 meses de quimioterapias? ¿Quién aguanta física y psicológicamente 6 meses de un tratamiento como ese?  El día de mi primera quimioterapia mi hermano Gustavo me envió un mensaje que decía "Tienes la fuerza para pasar por allí, ¡Úsala!" Esas palabras me acompañaron en todo el proceso. 


Dr. Daniel Figueira
Medicina Interna y Oncología Médica
Hospital de Clínicas Caracas
+58212.508.62.30
Hoy llegó ese día y ¡LO LOGRAMOS! Así que voy muy orgullosa por los pasillos del hospital a llevarle a mi médico unos resultados de exámenes de sangre "de envidia" para quien ha llevado palo cada 21 días por 154 días continuos . Y así, con mis Plaquetas de 350, Hemoglobina de casi 13, y glóbulos rojos -esos que iban a estar contra el piso con este tipo de quimioterapia- en 4.50 no hay motivo para que dejen de administrar esta dosis. En este punto quiero hacerle llegar mi más sincero agradecimiento al Dr. Daniel Figueira, quien desde que me atendió la primera vez ha estado reforzando todos los aspectos positivos del tratamiento, sin detenerse mucho en la parte gris ¡y hasta negra! de los efectos secundarios. 

Honestamente, era difícil ir a verlo con una sonrisa, a la final era él quien autorizaba un cóctel que te iba a hacer sentir muy mal los siguientes 21 días. Pero aprendí a tomarle cariño cuando comprendí que me administraba un cóctel de vida. ¡Mil gracias Doctor Daniel!

Pensaba agradecerle en persona mientras caminaba por el pasillo camino al consultorio, quizás después de las preguntas y el examen físico de rigor. Pero como lo único seguro en la vida es que nada es seguro, me hizo una pregunta que me frenó en seco: ¿Con quién te dejó tu cirujano? No entendía la pregunta, no podía procesarla: ¿Cómo que con quién me dejó? Le re-pregunté a su vez... ¿Es que otra vez está de Congreso Médico? Él suelta todo sobre su escritorio, se respalda en la silla y me pregunta: "¿Él no te informó que se fué de Venezuela? Tengo entendido que su familia se va la semana que viene. Debes buscar otro cirujano que tome tu caso ¡Urgente!"


Y allí está... nuevamente esa sensación de cuando el diagnóstico, ese vacío indescriptible en el estómago que te hace pensar: ¡No puede ser! No puedo describir con palabras el grado de inseguridad que me dio semejante noticia, nuevamente me siento expuesta. ¿Cómo se supone que deba asumir eso? ¿Tomar la responsabilidad de asumirlo todo con calma? ¿Pensar en los demás aunque por dentro sienta un torbellino de emociones? Quizás puedan excusarse en la situación del país, en el tema de la inseguridad, en la búsqueda del crecimiento personal o profesional y hasta en mejorar económicamente la situación... pero la verdad es que a un paciente oncológico no se le deja así: No es correcto, ni humano ni ético.


Hay momentos en los que debería ser legal y hasta sano mandar el optimismo al carajo,  a un universo paralelo. A veces pensar que "lo que pasa es lo mejor" me suena más a resignación disfrazada: a una manera fácil de negar la realidad cuando estás ante algo que te supera. Ese tipo de injusticias que no tiene reparo. Es eso y dejarse anclar allí o respirar, sentarme, respirar nuevamente, mantener la calma: buscar la mejor manera para equilibrarme y pensar con claridad. 

Hay que tener una expansión de conciencia muy alto (ser consciente de ti y de tus sentimientos) para en medio de todo esto, en vez de dejar fluir las primeras emociones, te calmes y te preguntes a ti misma ¿Qué siento? ¿Cuál es el nombre de esta emoción?  ¿Qué te hace sentir así? ¿Cómo lo puedes cambiar? Lo acertado es separar los pensamientos de las emociones y dejar el día, ESE DÍA -con esas emociones tan marcadas- termine, para volver a empezar: Total, solo son 24 horas.

Lo que quiero decir es que las bajas emocionales están más que permitidas y no porque lleves las cosas de una manera positiva debas engañarte y negar que hay cosas injustas y muy difíciles. Quejarte y hasta reclamar esas cosas no te hacen menos optimista. La idea es que drenes sin quedarte estancada. Dejar fluir, aprender a manejar los cambios y meterte en la cabeza que el mañana es incierto, que de nada vale cargarse en exceso porque simplemente aunque puedas manejar algunos aspectos, jamás podrás controlar todos las posibilidades.


Así que el día termina con la noticia de que mañana es la quimioterapia que cierra esta ciclo: ya en casa, más calmada, tratando de poner en orden mis pensamientos, decido que he esperado mucho esta bendita quimioterapia de cierre como para que... ¡algo! ¡lo que sea! me quite esa extraña pero justificada sensación de victoria que siento, así que decido poner pausa a lo que me pasó en la consulta y "disfrutar" esta última quimioterapia. 


Al llegar al Centro Oncológico, cuando las enfermeras supieron por medio de la ficha de control era LA OCTAVA DOSIS me hicieron el mejor ambiente posible. Contábamos chistes, tomábamos fotos, hablamos con los demás de que SÍ SE PUEDE pasar por esto con alegría. De verdad que estoy muy agradecida a todo ese equipo que cada 21 días estaban allí para explicar con paciencia como iban a aplicar el tratamiento, cuales iban a hacer sus efectos, como controlarlos. Han sido personas maravillosas con una vocación realmente envidiable... Surgieron amistades y estoy segura que seguiremos en contacto mucho tiempo pero me despido de ellos por acá como lo hice estando allá: Chicos me caen muy bien, pero espero de todo corazón ¡no volverlos a ver! Al menos no en una sala de quimioterapia...



"Estoy bajo el agua y los latidos de mi corazón producen círculos en la superficie." Milan Kundera, 1929. Escritor checo y francés. 

 



4 comentarios:

Unknown dijo...

Ya la Octava!!! un camino largo y duro, pero que sin duda te ha fortalecido como mujer, como ser humano. Estas en nuestras oraciones, a pesar de la distancia. Sigo leyendo tu blog, escuchando tu participación en la radio (ya eres famosa!) y admirando tu valentía y tu fuerza para seguir en pie de lucha. Ya superaste el primer escalón, aún faltan otros, pero con estoy segura, que al igual que superaste este difícil proceso, tendrás el mismo éxito en los próximos que vendrán. ¡Qué Jehová te siga cuidando, niña linda!!! Abrazos.

Hilda dijo...

Felicitaciones por fin la octava quimio, batalla ganada, me alegra mucho por ti, Dios mediante asi seran todas tus batallas, por muy duras que sean,el triunfo te acompaña, porque eres un ser de luz y como ser humano tienes derecho a sentir que no puedes mas, pero sabes, tienes una fortaleza que te permirte avanzar y avanzar, como dice tu blog actitud positiva un abrazo

Unknown dijo...

Hola Nathalia, espero que todo este marchando bien y deseo de todo corazon que hayas solucionado lo del cirujano. S e te admira y se te aprecia un monton. Besos

Unknown dijo...

Hola mi Hilda,

GRACIAS !! Es una victoria que no es solo mia, principalmente de Dios que me sostuvo en todo el proceso y no te imaginas al gentio al que le debo las gracias por su amor, cariño, compresion y paciencia en todo este camino... Que importante es contar con gente que te ame en este proceso.

Un fuerte abrazo y gracias de nuevo por tus bellas palabras